va, se para frente a la heladera y mira las filas y las columnas de diferentes marcas y estilos de yogur. no hay señales satelitales que se comuniquen con su gps interno en este mundo blanco. los senderos evolutivos bacterianos han sido constreñidos, cortados y re-ensamblados y ahora, diminutos esclavos brownianos - sin derecho a apelaciones - sus fermentaciones están patentadas. descritas paso a paso sobre papel legal. la naturaleza ha sido re-estructurada según un plan de negocios y enfocada a un rango de edad, a un sexo, a una cierta capacidad de consumo. el asunto - ahora - está en encontrarse a uno mismo en la red productiva láctea. quien no logra identificarse con el yogur exacto, el sabor adecuado, el porcentaje de grasa conveniente, se pierde en el vacío del universo supermercadótico, toda su arquitectura molecular es aplastada en los agujeros negros de la soledad cósmica, y su ser se desmorona, más abajo del cero absoluto, hacia las desconocidas infinitudes de un big bang inverso.
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