estarías agradecida de sentir nuevamente
la lengua de la luna sobre ti
qué contar lo de esa noche en el cementerio -
el jeep con las puertas abiertas y los focos encendidos
y Jeffrey Osbourne (botella de coñac en mano)
suplicando que no te enojaras con él
un cóctel de salivas - una fiesta entre tumbas
y los muertos nos animaron hasta que llegó la policía
cuando nos llevaban
escuchamos la risa de Jeffrey
y vimos la botella vacía volar hacia las nubes
como un satélite lleno de tiempo
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