El 5 de mayo recién pasado, una bomba incendiaria fue lanzada contra el colegio básico judío United Talmud en Montreal.
La bomba explotó en la biblioteca de la escuela y produjo un incendio que destruyó completamente la biblioteca y lugares cercanos del colegio.
La noticia ha regresado a la palestra pues la Policía canadiense ha apresado a los responsables del "hate crime" racista. Pero no me voy a referir a ellos (no valen la pena).
Los noticiarios han entrevistado al director del colegio, a alumnos y profesores... el director contó que la semana pasada recibió una llamada telefónica.
Al otro lado de la línea una voz gruesa preguntó si estaban todos bien y consultó por los niños. Preguntó también que cuánto valdría reconstruir la quemada biblioteca, el director de la escuela dió una cifra tentativa y quiso saber con quién hablaba.
La voz le dijo, "es una llamada de larga distancia, desde Australia. Quisiera, si usted me lo permite, donar la cantidad que necesitan para la reconstrucción"... y se presentó.
A los pocos días llegó a la escuela United Talmud de Montreal un cheque por la cantidad, firmado por... Russel Crowe!
Bravo, Russel!
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