3.4.12

poliedro


Cada vez que se mira al espejo ve a otra persona.
Bueno, no sólo personas, también ve gatos, a veces pájaros. Una noche se levantó en penumbras a mear medio dormido y al mirarse en el espejo vió a Dean Martin. No lo pudo creer, sacudió la cabeza y volvió a mirar: Mike Tyson.

El fenómeno es totalmente personal: cuando otros miran su reflejo, lo veían a él - no a otros, no grillos ni jarrones persas.
El asunto es que él no se conoce a sí mismo en real-time. Tiene varias fotos de él y puede recitar de memoria su cara (aunque siempre se le olvida la ceja izquierda), pero no podía puede su rostro cuando lo desea: se afeita al tacto y se peina por intuición.
Pero lo peor (y esto no me lo creerán, pero no importa) es cuando maneja - al mirar por el retrovisor una vez se vió Godzilla, otra el gato Félix, otra Benito Mussolini - una vez se vió cactus!
Ustedes comprenderán que no es de risa que cada vez que levantes los ojos para ver si el trailer de doce ruedas detrás tuyo frena a tiempo, veas a otra persona manejando tu carro.

A veces, cuando no está atento, o está adormilado, o borracho, se mira al espejo y por una décima de segundo se ve como yo.

(ilustración - frankh)

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