16.12.04

dulzura

enviar esa rosa
no tuvo más fin
que tejer una broma

y la vida y sus dados
(senderos inesperados)
me dieron acceso
al azul de tus ojos
y a la nieve de tu piel

4 comentarios:

unsologato dijo...

siempre las rosas se confabulan con la piel de una mujer...
Un día lejano de Buenos Aires abandoné seis rosas amarillas en diferentes lugares de la ciudad nocturna, recuerdo una que quedó colgando del auricular de un teléfono, aún me pregunto si aquél que levantó el auricular, escuchó la voz de la rosa amarilla o la de cuaqluier fantasma...
chau,
abrazo no del todo irreal!!!

franhilz dijo...

Bonito - cuenta la historia Felino.
Quedamos a la espera.

Anónimo dijo...

That's a great story. Waiting for more. » »

Anónimo dijo...

Keep up the good work » » »