viajecito al norte

A pesar de estar en pleno invierno han habido unos días de sol y cielos despejados que recuerdan la primavera temprana. Sábado - aprovechando esto nos vamos al norte, subiendo un poco, hasta el pueblo de Georgetown.
A medio camino se nubla repentinamente y nos cae una nevazón tupida y con viento - todo pasa dos kilómetros más allá. Sol de nuevo.
Pero hacia el norte se ve nieve, lagunas congeladas - sol, pero frío. En las ciudades del sur, la nieve se ha ido completamente: algo increíble hacia finales de enero, pleno invierno en Canadá.
En Georgetown y los alrededores vemos un fenómeno climático maravilloso - todos los árboles y arbustos sin hojas, pero congelados, las ramas desnudas rodeadas de una dura capa de hielo. Bajo el cielo azul y el sol radiante, los árboles brillan como si fueran de cristal, los sauces parecen cataratas de vidrio que el viento mece. Los arbustos son cristalinos, el bosque brilla y cruje. La gente detiene los autos y toma fotos.
En el pueblo hay un viento helado a pesar del sol cuasi primaveral. Descubrimos un café y pasamos a tomar algo caliente. El sandwich de salmón, tomate y lechuga estuvo bien rico también.
Sábado de vajecito al norte. La vida y sus cosas simples, la vida como una canción antigua y conocida que vamos canturreando en el auto... algo de los Moody Blues.