1.5.06

náufragos minerales


allí en Darga
el desierto de Judea
nos recibía madre-padre silenciosos
abrasaba nuestras bocas
con amor ahogado
y el viento mensajero
helaba el sudor en la espalda

¿cuántas espadas han visto esas cimas?
hoy, me veían a mí - preparando té
defendiendo el fuego bajo la tetera
y a tí - más allá
que meabas agachada tras una roca

debiéramos volver a Darga
a ver
si alguien ha movido una piedra
por otros cinco mil años

2 comentarios:

elescaramujo dijo...

no sé cómo caí en tu blog, y he de suponer que al no decir lo contrario este poema es tuyo...es un gran texto!! Me impactó mucho.
Saludos . Myriam

Anónimo dijo...

Cool blog, interesting information... Keep it UP »