la ciudad se hundió de pronto. dicen que algunos sabían: en el gobierno, en algunos círculos militares.
dicen, pero no se puede asegurar.
nos convencimos que no podíamos seguir trabajando cuando vimos los primeros peces en las ventanas de la oficina. llamé a casa, "hola, mi amor", me dijo, "¿estás bien?". le dije que sí, que llamaba para saber de ella.
"la ciudad se ha hundido", me dijo, "han dicho que sólo se mantenía a flote mientras hubiera gente que amara y riera" - había escuchado que era la tristeza, los arquitectos municipales afirmaban que demasiada tristeza hunde las ciudades.
"lo que sea", le dije, "debemos pensar seriamente en irnos de aquí. prepara todo. voy para allá".
nadé doce kilómetros por bajo el agua. miles de personas trataban de seguir la vida normal - nadaban hacia el Banco, se agarraban al techo de la estación de buses, trataban de desplegar el periódico, pero la corriente Humboldt se los impedía.
la ciudad seguía hundiéndose en el precipicio marino cuando entré a brazadas por la ventana. "¿qué crees?", preguntó, "¿me viene este vestido para salir a nadar?".
le quité una anémona del cabello y la besé, "vamos", le dije, "estas calles ya no serán nunca más las mismas".
miró hacia afuera, "tienes razón", dijo, "la gente se ha tornado azul, algunos se sientan en el parque y tratan de conversar con sardinas, he visto gente abriéndose agallas con una navaja, niños intentando jugar con calamares..."
la tomé de la cintura y nadamos hacia afuera, hacia arriba - muchos se echaban piedras en los bolsillos para no flotar, para poder caminar firmemente en el fondo.
aún seguimos nadando. hace tres años, por unos segundos creí ver una luz a lo lejos, pero desapareció. ya aparecerá otra.
(collage - frank h. - publicado originalmente en mayo del 2005, como "la última burbuja")
6 comentarios:
Y se encontraron con Nemo y Dori?
calamardo!!
,:-)
Eso es tener esperanza o reirse mucho, pero mucho para espantar las tristezas que corroen los cimientos e invaden los pensamientos de alga verdes y musgo.
Eso es tener muchas agallas: nadar sin cesar para acariciar la posibilidad de alcanzar una nueva vida sin aletas, ni salvavidas.
Eso o germinar.
Me gustó mucho, Frank. Besos metálicos y oxidados por tanta humedad...
:o)
glup , glup . glup ... ... ...
(zanks)
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