5.8.09

confesiones inapropiadas


siempre te tuve ganas sobre la mesita de centro , como en esa escena de Kieslowski , la que filmó desde abajo

el polaco era un genio, yo - aparte de mirarte las piernas cuando te subiste a la silla para alcanzar el libro - no le llego ni a los talones

te ayudé a bajar , agarramos las copitas y de nuevo al sofá , el libro amarillo entre tus manos , como un canario aplastado

un sorbo de vino , y empezaste a leer el poema – algo sobre los carruseles del siglo veintiuno – hago como que escucho y te imagino de bruces sobre la mesa de centro

“y hasta es de vidrio” , me digo – "como en la película" , lo confieso abiertamente: por la escena imaginaria , no pienso pagar derechos de autor

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2 comentarios:

noemi dijo...

Siempre supe que eras un perverso, jajajaja :)

Qué sexy, eso :)

eumelvi dijo...

Puro erotismo, sensualidad libidinosa. Ella leyendo y tu esperando una oportunidad para asaltarla, cual felino depredador.
Buena imagen la que describes.
Abrazos.