4.2.12

mutaciones



hace exactamente tres millones de mañanas metí las dos manos y el alma en universos danzantes de gaseosas y hot-dogs cuando el sol estallaba lanzando una lluvia de magia sobre un mundo cada segundo más evanescente 
Flash Gordon escribió algunos comentarios en la Revista del Sábado que mis papás traían desde la feria, doblada en bolsas con tomates y manzanas, pero no tuve tiempo de escuchar el rankin de canciones ni de leer lecciones de último minuto
todo era un amanecer de espejismos y nos lanzamos a nado hasta la bella durmiente roca volcánica, con un pasaje para la Enterprise y una regla para medir cosas
si hubiera sabido entonces lo que sé ahora
pero, los supuestos no sirvieron ni servirán aunque estemos condenados a vivir por ellos
respirar hondo
y a seguir nadando

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso que sabemos ahora, es gracias a las mutaciones constantes..