26.2.13

tarde de tormenta


hoy en la tarde una mujer pasó por la vereda de enfrente
tenía algo del pasado de todos:
un aire a desiertos
mandolinas
aroma de café cocinado a fuego
entre risa de piedras

todo era blanco y el viento sur
traía nieve y un frío opaco sobre la ciudad
y me vi por descuido en el reflejo-vitrina de esta vida
y así maduró este sabor como de mariposas muertas
en el paladar del día

collage - frank h.

12.2.13

un verano naranja


 "quiero frescura, quiero dulzura también
un verano naranja, quiero ese sabor
juventud y naranja, contigo y con amor

suave, serena, tu imagen me hace soñar
un verano naranja, quiero ese sabor
juventud y naranja - y quiero, quiero tu amor

antes yo era tan serio, ninguno podía hacerme sonreír
era mi vida tan triste, pero llegaste tú
y desde entonces me hiciste sentir que alegre se puede vivir

quiero frescura, quiero dulzura también
un verano naranja, quiero ese sabor
juventud y naranja contigo y con amor..."

- canción 'Un verano naranja', Donald, 1970

collage: frank h.

5.2.13

implacable

el charlista - premunido de minimicrófono y de un proyector a control remoto - explica que las crisis de una sociedad comienzan cuando el enlace espiritual entre el Qué y el Por Qué se debilita.
en un principio todos - líderes y liderados - saben qué hacer y por qué las cosas se hacen.
con el tiempo y con el crecimiento cuantitativo exponencial tal nexo vital se va desvaneciendo y los líderes dejan de saber Qué mientras los liderados olvidan el Por Qué.
así, una ola de desconfianza se extiende por la sociedad, primero como un rumor de ríos bajos o un aleteo de pájaros yéndose. después, se abre camino un desapego frío, un ellos y nosotros, como una herida que se niega a sanar con discursos o decretos.
una ley inflexible de la que ninguna sociedad puede escapar, dice el charlista.
quizás estos procesos desintegradores también existan en cada uno de nosotros, tal vez medren en los íntimos mecanismos de relojería de uno mismo.
es que ¿no nos llega a todos esa sensación repentina de ya no saber qué hacer... y no todos a veces (levantando la vista de un plato lleno de alitas de pollo horneadas con salsa tejana) le buscamos un sentido, un por qué, a la vida que pasa caminando por la vereda?