en la tarde vamos a las marismas
gente lago adentro con el agua hasta los muslos
busca caracoles
te levantas la falda
y entras al lago
sigo tu risa y tus piernas
al salir del agua
el sol a cinco centímetros del horizonte
y encima, las gaviotas, como islas de sonido
de regreso
sentada a mi lado
con tu instinto de andar descalza
pones los pies en el panel delantero
la carretera se pierde en el sur
nuevamente
mis ojos bailan
entre la cinta gris y tus piernas
(imagen - Lars van de Goor)
4 comentarios:
Si pones el aire te da justo en las pantorrillas, sólo para copilotos osados, y conductores desinteresados...
No hay aire que valga
iban todas las ventanas abiertas
todo volaba en el interior
como en una nave espacial ingrávida
atrás
en el maletero
no caracoles
si no piedras del litoral
de formas extrañas
con agujeros y vericuetos
calcitas que tras milenios
han agarrado tonos verdes y negros
ahora,
las ventanas de auto subidas
y las piedras en la mesa del living
la noche llueve
la noche llueve y las piedras del living
extrañan la humedad,
harán un plan:huirán otra noche , cualquiera,
pero se retractan luego,
tal vez su sonrisa valga la pena
el desolado cautiverio
El Hombre da convertido a la Naturaleza y a sus productos en parte de la servidumbre.
Soy más contemplativo, miro, estudio, aprendo, dusfruto - no sé cuánta plata podría hacer de tres hectáreas, prefiero mirar sus mirlos, sus insectos, la hierba salvaje que crece en los bordes, darle comida a las ardillas y a los azulejos.
Práctico, pero no destructivo.
Me conformo con 10, no quiero 100.
Incluso, podríamos transar en 9.
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