28.4.07

slow motion


en mañanas de puzzle
con sombras quebradas de luz
charlas de celular y bocinas
la ciudad te atraviesa el alma

en las tardes de lluvia
mezcladas de barro y cama
añejo casette de Bobby Womack
quieto ballet sobre el piso

y en la noche mar y palmeras
brisa caliente
te baila la falda y abre mi camisa
nos gotea a ritmo lento la vida

25.4.07

selénica


te sentirías agradecida
de sentir nuevamente
la lengua de la luna sobre ti

qué contar de esa noche
en el cementerio -
el jeep con las puertas abiertas
y Jeffrey Osbourne
(botella de coñac en mano)
suplicaba que no te enojaras con él

un cóctel de salivas, faros y luna
fiesta de vida entre tumbas
y los muertos nos animaron
hasta que llegó la policía

cuando nos llevaban
escuchamos la risa de Jeffrey
y vimos la botella vacía
volar hacia las nubes
como un satélite lleno de tiempo

24.4.07

gemelas


su yo repetido en el espejo
marcando la selva de sus ojos
y la boca risa
silencio palabra beso

amor repetido
juego de luz
mi yo mojado
las ama a ambas
bajo los soles eléctricos
del baño

(collage - frank h.)

22.4.07

dados


no citas cumplidas
ni taxi a la hora
devora las hojas
de atrás adelante
de adelante atrás
sin hallar teléfono
ni código postal

¿brújulas?
¿estrellas?
los mapas no traen
marcas de referencia

sólo quedan los dados
apostar a negro, a rojo
creer en el destino

un latido más
uno más
y otro
y otro...

(imagen - frank h.)

19.4.07

Darga


allí estamos los dos en una celda de tiempo - agachados - yo preparando un té de atardecer, defendiendo el fuego bajo la tetera y tú, orinando tras una roca.

el desierto nos esperaba en Darga, nos recibía con una quemazón de silencio en la boca y el viento del wadi nos secaba el sudor de la espalda.
el desierto se hace vertical en esa zona, barrancos, mesetas, con una arena blanca de ceniza.

no he vuelto a escuchar un silencio como ese - como el de la noche, cuando mirábamos las constelaciones brillando en el techo del mundo.
imagino el dibujo con piedras que dejamos en Darga - seguirá ahí por mil años, inmóvil, estoico. bajo esas mismas eternas estrellas del pasado.

3.4.07

Golán


cuando te acercas a la valla a acariciar a los caballos el perro regresa.
embarrado, moviendo la cola para que poses tu atención también en él.

la llovizna de la mañana hace barro los senderos, pero siempre, después del té con leche vamos a caminar. nos ponemos los bototos y salimos ver qué diferente hay en el mundo de siempre.
el perro corre adelante y atrás, huele conejos entre matorrales y vuelve a correr.

tras la neblina el sol parece luna y el cielo tiene tonos metálicos. los caballos se acercan lentamente moviendo la cabeza arriba abajo, el vapor saliendo de sus narices.

es buena la vida en la meseta. la casa de piedra, las cinco mantas en la cama, ir a comprar leña, leer y escuchar la radio una noche de tormenta.

esa casa en la meseta podría volver a ser mi lugar en el mundo.

1.4.07

llamada


el Café Door nos prestó sombras diagonales
una sonrisa de destinos
calles de piedra
como páginas de un libro escrito
en lenguas muertas
que había que tomar con pinzas
que había que descifrar con lupa
derrochándonos la vida
en cabalgatas de siesta

el mar esmeralda
veredas de luces quebradas
llamándome al fin de mundo
esa olvidada monofonía:
"una lluvia repentina
golpea mi ventana
pero dicen que este año
habrá sequia..."
en el eco de las noches
los pasos multiplicados de futuro