25.12.04

invasión al cerebro

Fin de año y las noticias de ciencias se han acumulado en mi email. Una merece atención.

Una chica de nombre extraño, Wrye Sententia, una abogada de California y otros socios, han formado una organización preocupada de defender nuestra "libertad cognitiva". La organización es la CCLE.

Están promoviendo "leyes y una ética general que defienda nuestros derechos mentales". Suena, al menos, impresionante.
Temen que el desarrollo de la neuro-tecnología y de implantes cerebrales ponga en serio peligro nuestra "libertad y privacidad mental".

Vamos al cine: películas como "Total Recall", "Minority Report" y "Paycheck", basadas en novelas de Philip K. Dick (ver revisiones aquí y aquí) y "The Manchurian Candidate" extrapolan la posibilidad del control mental y de la manipulación de la memoria por parte de corporaciones económicas o políticas.

Permitido por fines artísticos, generalmente estas posibilidades son exageradas (a veces en mucho) y tales posibles manipuladores son presentados como malignos.
Son películas y libros buenísimos con los que todos la hemos pasado bien, pero - la llamada de atención ¿Debe quedarse allí? ¿En la ficción? Creo absolutamente que no.

Tenemos varios ejemplos reales de robotizaciones masivas en la Historia - y sin necesidad alguna de "implantes cerebrales" o "señales subsónicas":

Millones de alemanes y austríacos entregaron felices su capacidad de discernimiento a Hitler.
La ceguera religiosa con que millones de rusos y chinos siguieron por decenios a Stalin y Mao es otro ejemplo.
Diecinueve terroristas lanzándose en aviones contra edificios en New York es otro ejemplo.
Y domingo a domingo y por TV! somos testigos de masivas manipulaciones religiosas por parte de charlatanes que "sanan" con Biblias, rezos y cantos.

Son sólo los representantes de cientos de miles de "implantados" dispuestos a reventarse, morir y matar por seguir los designios del líder de la caverna.

Millones y millones de personas en el mundo están dispuestas a renunciar a su derecho individual a pensar y concluir. Lo único que aspiran es pertenecer a algún rebaño. Ya puse un comentario al respecto.

El único antibiótico contra tales epidemias sociales masificadoras es más educación, más cultura, la enseñanza de valores primordiales como libertad, individualidad, pensamiento crítico, tolerancia y democracia.

No estoy en contra de leyes que nos defiendan de futuros posibles manipulaciones tecnológicas de la mente - por ahora, más urgente: mejorar los programas educativos en las escuelas. Partamos por eso.

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